Una de las iniciativas de las Naciones Unidas para construir un presente y futuro mejor para nuestro planeta son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el desarrollo sostenible. Esta cuenta con 17 objetivos, que incluyen entre otros aspectos acciones por el cambio climático, la innovación o el consumo sostenible.
Desde NOB166 queremos contribuir al bienestar de las personas y a la protección del planeta, por lo que estamos involucrados en la Agenda 2030 (ver artículo).
Nuestros productos están formulados a partir de compuestos de plata que liberan iones de plata, Estos quedan encapsulados en una estructura inorgánica mediante un proceso de fabricación que utiliza nanotecnología como herramienta.
Dadas sus propiedades antimicrobianas, el uso de la plata está ampliamente extendido en productos médicos y de consumo. Esto se debe a su versatilidad y menor toxicidad en comparación con otros compuestos con efecto biocida.
Por otro lado no se debe confundir NOB166 con otros productos biocidas que existen en el mercado. Estos compuestos a menudo utilizan nanopartículas de plata en su formulación, ya que se requieren cantidades menores de activo para mantener una alta capacidad biocida.
Hay muchas cuestiones planteadas acerca de la seguridad tanto de los iones, como de las nanopartículas de plata. En el caso de los iones de plata que son los que nos ocupan, Aquí se puede ver cómo actúa NOB166 frente a los microorganismos.
Según el dictamen del Comité Científico de los Riesgos Sanitarios Emergentes y Recientemente Identificados (SCENIHR), “Nanopartículas de plata: seguridad, efectos en la salud y el medio ambiente y su papel en resistencia antimicrobiana”, la toxicidad de las nanopartículas de plata para los seres humanos y la cantidad de plata que se libera al medio ambiente es baja.
En el caso de los iones de plata, la reglamentación que aplica directamente al NOB166, como con cualquier otra sustancia química que pueda entrar en contacto con los seres vivos y su entorno, las autoridades han marcado unas cantidades máximas para garantizar la seguridad tanto de las personas como de los ecosistemas.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) estadounidense ha establecido que el límite seguro de concentración de iones de plata en agua potable es de 0,1 ppm/L. Como hemos explicado anteriormente, NOB166 usa plata natural (no coloidal) como fuente de los iones de plata. Debido a su contenido en plata y al proceso de fabricación que la mantiene encapsulada, la cantidad de iones plata que libera es muy inferior al límite máximo permitido. Por tanto, nuestro producto es seguro para personas y medio ambiente.
NOB166, no contiene nanopartículas de plata ni de ningún otro material. La plata se presenta asociada a micropartículas con un tamaño entre 0,7 y 22,0 micras, (para que una partícula se considere nano, al menos, una de sus dimensiones tiene que ser inferior a 0,1 micras, es decir, 100 nanómetros).
Desde el punto de vista de los vertidos de aguas conteniendo NOB166, los iones de plata contenidos en los efluentes lo hacen en forma de sales naturales o plata metálica que se puede recuperar y siempre en cantidad inferior a la permitida por la Reglamentación.
De hecho NOB166 no requiere de pictogramas de peligro en su etiquetado.
Frenar el avance del calentamiento global es una responsabilidad de todos. Es por ello que desde NOB166 queremos ayudar a las personas y las empresas a tomar acciones individuales para combatir esta realidad. Estos pequeños gestos aportan grandes soluciones que pueden suponer un ahorro económico para nuestros consumidores. A su vez, mejoran su calidad de vida y aportan su granito de arena en la lucha contra el cambio climático, de la mano de NOB166.
El agua que utilizamos es obtenida gracias a una serie de procesos (potabilización, depuración, transporte, etc.) que producen emisiones de CO2 a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global. El ciclo del agua potable supone una emisión de 4 kg de CO2 por m3 de agua consumida.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, una lavadora de 7 kg de ropa, consume entre 42 y 62 litros de agua por lavado. Como NOB166 evita el crecimiento de microorganismos en los textiles durante al menos 7 días, esta particularidad, evita la necesidad del lavado diario. De modo que no solo ahorraremos litros de agua, un bien escaso, sino que además contribuiremos a la reducción de la huella de carbono y por consiguiente a la lucha contra el cambio climático.
Calentar agua supone un gasto energético importante que se traduce en emisiones de CO2. Calentar agua a 65ºC supone una emisión de 40 kg de CO2 por m3 de agua, es decir, un impacto negativo 10 veces mayor sobre el medio ambiente que el agua fría. Las lavadoras calientan el agua gracias a una resistencia eléctrica, responsable del consumo de la mayor parte de la energía utilizada por el electrodoméstico.
Los productos de NOB166 actúan eficazmente en agua fría, lo que supone un ahorro en consumo energético de alrededor del 85% y una importante reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
En España, la fabricación de lavadoras domésticas supone un impacto de 31.580 toneladas de CO2 cada año. Esto supone una contaminación de 18 kg de CO2 por cada nueva lavadora que se adquiere (ver artículo). Cuando lavamos con agua caliente, las sales minerales presentes en el agua tienden a precipitar en forma de carbonato de calcio (CaCO3), conocido coloquialmente como cal. Esta se incrusta en los tubos, resistencias y tambor de nuestras lavadoras. La acumulación de cal provoca que el lavado sea menos eficaz, se consuma más energía y se acorte la vida útil de nuestro electrodoméstico.
Al poder utilizar NOB166 para proteger nuestras prendas en agua fría, reducimos la acumulación de cal en nuestras lavadoras. Y contribuimos a que estas funcionen correctamente durante más tiempo, con lo cual no necesitemos comprar una nueva y reducimos el impacto ambiental.
Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, se generan alrededor de 15-35 toneladas de CO2 por cada tonelada de productos textiles producidos. Por ello, para combatir el cambio climático es imprescindible reducir nuestros hábitos de consumo textil, intentando que nuestras prendas duren lo máximo posible.
El principal desgaste de las fibras textiles se produce durante el lavado de las prendas. Para conservarlas en buen estado se recomienda lavarlas con agua fría, puesto que el agua caliente hace que haya más posibilidades de que estas se deformen, encojan o pierdan su color.
NOB166 al actuar en agua fría y proteger tus prendas contra los microorganismos durante una semana, también ayuda a conservarlas en buen estado evitando los lavados frecuentes a altas temperaturas; de modo que, contribuye a reducir el efecto negativo que la industria textil ejerce en el cambio climático.
Estos son algunos de los beneficios añadidos de nuestros productos, los cuales cuentan con certificados que garantizan su acción prolongada y contribuyen al desarrollo sostenible. Con el uso de estos no debemos recurrir al uso de desinfectantes de uso constante. De esta forma, se produce una disminución de liberación a la atmósfera de productos químicos.